APPS DE EMERGENCIA
Después de un desastre, los sistemas vitales de las ciudades colapsan: la energía eléctrica se ve interrumpida, puentes y caminos destruidos, falta de techo, agua y alimentos, y otros factores como el clima, vuelven imposibles las comunicaciones; sólo queda la organización de los ciudadanos, empresas y gobierno para hacer frente a las primeras 72 horas, usando los recursos que se rescaten y los que compartan.
La problemática fundamental en casos de desastre se centra en el flujo de información que se ve entorpecida cuando se caen las redes de tendido eléctrico, las de teléfonos fijos y la infraestructura carretera.
El proyecto presentado pugna por el desarrollo de aplicaciones especializadas en redes de telefonía celular, que pudiesen operar sin necesidad de una red telefónica fija. Éste generaría una pronta respuesta entre los integrantes de la sociedad civil, empresas y gobierno, para la atención de los afectados en los rubros de salud, agua y alimento, energía e infor¬mación y telecomunicaciones.
En algunos países se ha probado que los teléfonos celulares de últimas generaciones pueden operar como un pequeño “modem”; es decir, que pueden generar información y a su vez, recibirla. No hay necesidad de torres de retransmisión de señal celular.
PROPUESTA
La propuesta se centra en el desarrollo de aplicaciones por parte de diseñadores que crearían programas ex profeso para teléfonos de tecnología Smartphone. Dichas aplicaciones proveerían de datos importantes en casos de emergencia. Citemos algunos ejemplos de aplicaciones a desarrollar:
- de salud personal: app mi info medica: esta contendría información básica para atención médica (tipo de sangre, alergias, algún tipo de enfermedad del usuario celular, medicación especializada, etc.). Esta información deberá estar disponible aún con el equipo bloqueado.
- de localización personal: app atrapado: que pueda enviar un mensaje de ayuda en caso de quedar atrapado en un derrumbe.
- de zonas: app zonas siniestradas: enviaría información de las zonas afectadas pos siniestros. Sería información de primera mando y que contendría un perímetro específico por parte del emisor.
- de registro: app tengo y necesito: necesario para saber cuánta y qué tipo de ayuda se requiere (alimentos, agua, medicinas, ropa, energía eléctrica, etc); app un solo mensaje: esta aplicación publicará en todas nuestras redes sociales un mensaje de “estamos bien” o alguna otra noticia.
- de respuesta: app resultados: esta aplicación daría conocer los resultados de la respuesta de la petición de quien emitió la alerta en una zona determinada.
Estos son algunos ejemplos de aplicaciones. Evidentemente, también los empresarios y gobierno podrían desarrollar otras que se conecten con las bases de datos para saber si ellos pueden solventar con sus recursos la emergencia en un perímetro determinado.
Por su parte, el gobierno se encargaría, junto con los empresarios, de desarrollar un sistema de multiservidores en donde se vaciaría la información recabada durante la contingencia vía las apps.
Para alcanzar los objetivos de esta propuesta es necesaria la intervención de tres niveles de la sociedad antes citados. Cada uno de ellos tendrá una participación fundamental en la respuesta ante los desastres que se presenten (derrumbes, inundaciones, terremotos, etc). Cuando la organización está bien cimentada, no importa quien emita la alerta ya que cualquiera de los tres podría tomar el liderazgo de respuesta que, es ideal, sea mucho antes de cumplirse las 72 horas.
Funciones de las partes:
Gobierno: Implementará el marco jurídico y organizativo para implementar la siguiente propuesta, y los protocolos de: operación, vigilancia y difusión. Además prepararía la infraestructura para casos de emergencia.
Marco legal: Para el gobierno, las construcciones e infraestructura siniestradas pasan a ser bien público, así como los alimentos, medicinas y materiales de curación, productos de aseo e higiene, y abrigo. También podrán disponer de generadores eléctricos y telecomunicaciones.
Dará el marco normativo para que sociedad civil, empresas y gobierno, cuenten con las herramientas para actuar y jerarquizar la distribución, entrega e implementación de insumos en caso de desastre. Asimismo, dará las herramientas jurídicas para que la sociedad en general se sume en labores de rescate y salvamento.
Empresas: Junto con el gobierno y la sociedad civil, se coordinarán para vigilar, utilizar y, de ser necesario, racionar los recursos disponibles
Sociedad civil: Evaluará e informará de sus necesidades; ayudará y colaborará con las empresas y gobierno para vigilar, organizar, y transportar todo aquello que se requiera para el bienestar de las personas.
Aspectos que atacaría la propuesta
SALUD
Gobierno: Dará el marco legal y organizativo para la población y empresas para utilización de los recursos: Pondrá a disposición de la población a todos los elementos castrenses junto con sus unidades de protección civil y de salud para la atención sanitaria de las zonas siniestradas. Asimismo, dará cursos de primeros auxilios a empresas y sociedad civil, sin costo alguno, en escuelas y centros de salud, mucho antes de cualquier contingencia, para la atención de afectados por desastres.
Empresas: Pondrán a disposición, siguiendo el marco legal y los protocolos de operación, medicinas, materiales de curación y productos de higiene personal a la población.
Sociedad civil: Rescataran de sus casas o las de sus vecinos medicinas y material de curación, gel anti-bacterial, cepillos de dientes, pasta dental, jabón, toallas sanitarias y papel higiénico.
AGUA
Gobierno: Establecerá sitios de almacenaje de agua para casos de emergencia.
Empresas: Utilizarán y pondrán a disposición de la población civil sus sistemas de purificación de agua, durante la emergencia.
Sociedad civil: Hará un uso racional de esta.
ALIMENTO
Gobierno: Organizara y dará las facilidades para distribuir el alimento equitativamente para todos
Empresas: Pondrá a disposición conforme a los protocolos establecidos los alimentos a la población afectada. Implementará terminales de donación para zonas afectadas; dichas zonas podrá verlas el donador, en el sistema, en cualquier parte de la república o del mundo, para así hacer llegar de forma efectiva su donativo, ya sea en efectivo o en especie.
Sociedad civil: La gente que pueda rescatar alimentos de su casa los donará a un centro de acopio preestablecido durante la contingencia y apoyará en el rescate de los alimentos de sus vecinos.
ENERGIA
Gobierno: Pondrá a disposición de la población en general generadores eléctricos para satisfacer de salud, agua y alimentos.
Empresas: Las que produzcan, procesen o almacenen alimentos que requieran refrigeración, deberán contar con generadores para asegurar su estado.
Sociedad civil: Las familias deberán contar con al menos una radio linterna con dinamo, y que cuenten con una conexión USB para cargar los smartphones; ésta les dará una pequeña autonomía de energía indispensable para informarse y comunicarse.
INFORMACIÓN Y TELECOMUNICACIONES
Gobierno: Deberá contar con internet satelital para casos de emergencia así como una pequeña infraestructura móvil.
Empresas: Bajo la ley y cumpliendo los protocolos emergencia abrirán la comunicaciones para facilitar las llamadas de emergencia así como para facilitar la ayuda.
Sociedad civil: Será encargada de informar de las contingencias en campo (zonas siniestradas). Se encargarán de reportar al sistema de personas afectadas, zonas derrumbadas o inundadas, de zonas con falta de energía eléctrica, et.
CONCLUSIONES: En vista de que hoy contamos con mayores y mejores tecnologías de información y de un mayor acceso a redes, los teléfonos inteligentes nos permitirían una mayor comunicación en casos de contingencia. Lo ideal sería que los desarrolladores pusieran énfasis en aplicaciones para casos de emergencia y que las empresas que se dedican a fabricar estos dispositivos les den aún más autonomía de gestión para una mejor respuesta.
Mientras tanto, con lo que contamos, podemos desarrollar, poco a poco, una red inteligente de respuesta que provea de soluciones en menos de 72 horas. El objetivo es alcanzar el 80% de efectividad antes de cumplirse ese plazo, evidentemente, organizando bien todos los aspectos y evitando duplicidades y fugas de información.